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La columna de Raúl: La guerra arancelaria llega al mercado de las motos

Tras el anuncio de Trump de gravar el mundo, la Unión Europea ha pausado sus primeras medidas contra los aranceles estadounidenses. Las represalias europeas podrían golpear pronto a las fábricas de motos estadounidenses. Más información en esta edición de la Columna de Raúl

En respuesta a La decisión de EE.UU. de imponer aranceles de 25% sobre hasta 26.000 millones de euros de exportaciones de acero, aluminio y derivados de la UE, la Comisión Europea pondría en marcha contramedidas que igualen el impacto económico de los aranceles estadounidenses. La UE restablecería sus aranceles de 2018 y 2020 sobre las importaciones estadounidenses a partir del 1 de abril e introduciría contramedidas adicionales a mediados de abril.

La columna de Raúl: La guerra arancelaria llega al mercado de las motos

En concreto, la Comisión Europea confirmó que, sin más medidas, se añadiría un impuesto adicional 50% a las motocicletas de origen estadounidense de más de 500 cm³ a partir del 1 de abril de 2025. Además, en la propuesta ampliada de reequilibrio de la segunda fase de la Comisión Europea, que debía aplicarse el 13 de abril, se sugería la posible inclusión de todas las categorías de motocicletas de menos de 500 cm³, así como de las motocicletas eléctricas.

La lista de la segunda fase sigue siendo objeto de una consulta pública a la que la Asociación de Fabricantes Europeos de Motocicletas ha solicitado que se excluyan todas las motocicletas de esta guerra comercial ajena al sector de la moto. El mercado de la moto en Europa y Estados Unidos está profundamente interconectado, con fuertes lazos industriales y económicos. Los fabricantes europeos exportan un número significativo de motocicletas a EE.UU., mientras que los fabricantes estadounidenses tienen una fuerte presencia en el mercado europeo.

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La imposición de aranceles a las motocicletas corre el riesgo de perturbar el comercio, perjudicar a los consumidores y amenazar el empleo a ambos lados del Atlántico. En lugar de permitir que este conflicto se agrave con medidas de represalia, la industria europea de la moto pide una solución negociada para el comercio transatlántico. Las industrias de la moto de EE.UU. y la UE quieren un comercio justo y poder seguir suministrando productos de la más alta calidad a todos los apasionados clientes de Europa y Estados Unidos.

La columna de Raúl: La guerra arancelaria llega al mercado de las motos

La junta directiva de la Asociación Europea de Fabricantes de Motocicletas reconoce la necesidad de dar una respuesta equilibrada a los conflictos comerciales, ya que las motocicletas no deben convertirse en un daño colateral en conflictos comerciales más amplios. La industria de la motocicleta proporciona fabricación y puestos de trabajo de alta calidad, movilidad y acceso al empleo a millones de personas y es un motor económico clave. Según la asociación, nadie gana en las guerras comerciales y piden encarecidamente que se vuelva a la razón y que ambas partes alcancen una solución justa.

Así que esperemos que los ánimos se enfríen y la industria de la moto no sufra por los aranceles del presidente Donald Trump. ¡Que el final sea feliz para todos! ¡Nos vemos en la próxima columna de Raúl!

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